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El miedo al lienzo vacío

“Cuando están frente a un lienzo vacío, la mayoría de las personas se paralizan por el miedo a echarlo a perder…”
Maestro Igor Gálvez

Hace un par de años tuve el honor de que uno de mis amigos artistas plásticos me invitara a asistir a la inauguración de la exposición de arte “Traza sobre estraza”, de Igor Gálvez. Durante el brindis de honor, el Maestro Igor, artista y maestro de dibujo; nos compartían su experiencia sobre la actitud que predomina en las personas cuando se enfrentan al reto de plasmar “algo” en un lienzo, especialmente si éste era de gran formato.

Decían que la mayoría se paralizan, los juicios y prejuicios de fallar hace que no sepan por donde empezar, sobre que trabajar, o incluso que se sientan tan agobiados que prefieran no hacer nada con tal de no “echar a perder” un gran lienzo.

En cambio, al pintar en estraza, los aprendices de artistas se sentían más libres de hacerlos, porque si fallaban, no pasaba nada, al final, sólo era un pedazo de papel.

Al escucharlos, al entender el término del “miedo al lienzo vacío”, mis ojos se abrieron como platos y mi boca enmudeció mientras mi cabeza asentía hipnotizada, me fui por unos segundos…¡qué razón tenían!

Pero yo ya no estaba pensando en estudiantes pintando con los dedos sobre un gran pedazo de papel color café; yo ya estaba pensando en mí, en ti; en ti, también en ti, y de nuevo en mi, es decir, en todas las que en algún momento de la vida nos hemos topado frente a un reto que sentimos tan grande, que el miedo a fallar nos paraliza –aunque sea por instantes-.

El miedo al lienzo vacío –pensé de nuevo- y me enamoré de la solución que el Maestro había propuesto a sus alumnos: Pierde el miedo a echar a perder un lienzo, trabajando en una hoja de papel de estraza.

No me pregunten por qué, pero en el extraño entramado de mi cerebro, era como si estuviera escuchando en palabras frescas la analogía perfecta de cómo abordar los grandes problemas de la vida: One day at the time. No es el hilo negro, es el conocido recurso para comerse un elefante (¿Cómo se come un elefante? –¡En pedacitos!), pero se sentía tan práctica esta analogía, que me gustó para utilizarla y compartirla.

En la vida puede aplicar igual. A todas nos ha paralizado alguna vez el miedo a fallar, el tamaño del reto que se nos presenta, la perspectiva de tener en nuestras manos el destino de nuestra vida y no estar seguros de qué hacer o cómo hacerlo para lograr hacerlo bien. Puede ser (o sentirse) tan grande el reto que simplemente sea abrumador…pero no hay nada peor que no pintar y la solución es relativamente sencilla: mientras decides qué pintar en el lienzo, ¡pinta en estraza!

Lo importante es no quedarse quieta, no dejarse vencer por el miedo, no paralizarse con apatía, desidia o estrés. En tu vida, en el trabajo, en tus retos personales, en tus hobbies, o en el deporte; el objetivo es hoy. Lograrlo hoy, practicar hoy, hacerlo hoy.

¿Quieres hacer un maratón dentro de unos meses? Entrena hoy.

¿Quieres escribir un libro algún día? Escribe hoy.

¿Quieres aprender alguna nueva habilidad? Practica hoy.

¿Quieres superar algún problema fuerte? Supera, por lo pronto, el día de hoy.

La capacidad de perder el miedo al lienzo vacío, es para mí, la capacidad de poner manos a la obra a diario, en todo lo que hacemos o queremos lograr hacer algún día, y animarnos simplemente a hacerlo hoy, a practicar, practicar y practicar, hasta el momento en el que logremos estar frente a un GRAN LIENZO, tranquilas y decididas de lo que queremos hacer con él y podamos pintar felices y seguras.

¡Happy painting everybody!

LilianaGarcia

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